ECONOMÍA 16-03-2011
El fabricante vasco de componentes de automoción espera doblar sus beneficios en dos años y alcanzar los 80 millones de euros
CIE Automotive, el fabricante vasco de componentes de automoción, cree que su presencia en el mercado internacional le va a permitir desarrollar una estrategia de crecimiento acelerado en los próximos años, de la mano del tirón que esperan en el mercado latinoamericano y también en el de países como Rusia, Alemania o Francia. «Damos por terminada la crisis, para nosotros ha quedado atrás», aseguró ayer el presidente de la compañía, Antón Pradera, quien anunció la decisión del grupo de invertir 500 millones de euros en los próximos tres años en Latinoamérica.
Los resultados del grupo ya reflejaron el pasado año una tendencia clara de recuperación, después de haber soportado un ejercicio de 2009 realmente malo. Así, las ventas crecieron un 41%, hasta alcanzar la cifra de 1.591 millones de euros, y el beneficio neto se cuadruplicó para situarse en 41 millones.
Presencia internacional
Una de las claves de esta visión tan positiva en relación con el futuro inmediato es su potente presencia en el mercado exterior. Tan solo 5 de cada 100 euros que vende la empresa se facturan en España y su apuesta por Brasil -donde ha llegado a sacar a Bolsa una filial-, le ha colocado en el epicentro de uno de los mercados más dinámicos del mundo en estos momentos. «Esto te genera un cierto problema mental -reconoció ayer Pradera en una comparecencia pública-, porque cuando estás en Brasil piensas que la economía va fenomenal, que todo es positivo, y cuando vuelves aquí te sucede lo contrario. Crees que todo está fatal».
La firma cuenta en estos momentos con 7.500 empleados repartidos por el mundo, de los cuales 2.000 tienen su puesto de trabajo en factorías ubicadas en Euskadi. Pradera aseguró que esta plantilla ya está «muy ajustada a nuestras necesidades» y, aunque tanto él como el consejero delegado, Ignacio Martín, reconocieron que en España «hay un problema de competitividad», descartaron que puedan producirse ajustes significativos. También aseguraron que, a diferencia de lo que ha ocurrido recientemente con otras empresas de éxito -como la alavesa Guascor-, en el caso de CIE no existe el peligro de que pueda producirse una deslocalización de la propiedad. «Tenemos accionistas estables y con vocación de permanencia», apuntó Pradera. En la actualidad, el 25% de la sociedad está controlado por el grupo Gestamp, al tiempo que otro 25% se encuentra en manos del equipo directivo y de algunos grupos familiares que participaron en el nacimiento de la compañía.
La mirada en Asia
Los máximos responsables de la empresa señalaron que CIE tiene otro objetivo de crecimiento, localizado en países como Rusia, India, China o Turquía, en un plan cuyos desembolsos no se han cuantificado aún y que esperan desarrollar en un periodo de cinco años. Las inversiones, concretaron, se realizarán principalmente mediante la compra de empresas -el sistema tradicional que ha usado CIE desde su nacimiento-, con el objetivo de aumentar significativamente la cuota de ventas en estos países. En la actualidad tan solo representan el 2% de la facturación y quieren que escalen posiciones hasta situarse en torno al 15%.
En relación a la actividad en España, Antón Pradera señaló que no esperan una recuperación antes del año 2013, que irá ligada a la reactivación del crédito al consumo, muy restringido desde que se inició la crisis económica.
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