Los precios han crecido un 3% en el mes de diciembre, superando ampliamente tanto los incrementos de los dos meses anteriores, como los de los dos años pasados. Este incremento resulta especialmente perjudicial en una coyuntura como la actual, ya que al aumento de precios se le suman factores tan negativos como un elevado desempleo, un bajo gasto público que merma los servicios y prestaciones públicas, así como unas reformas que perjudican claramente a la clase trabajadora.
Desde el punto de vista laboral, la coyuntura también perjudica a la negociación colectiva, ya que desde la parte empresarial se está tomando como excusa la crisis económica para intentar moderar salarios y aumentar así los beneficios. Cabe decir al respecto, que la participación de las rentas de trabajo ha disminuido durante los años de crecimiento económico, y que por tanto, la clase trabajadora no puede seguir perdiendo posición en la distribución de la renta.
Por ello, resulta más necesario que nunca que mantengamos nuestras reivindicaciones y luchemos por mantener y mejorar nuestro poder adquisitivo mediante incrementos salariales superiores al 3% del IPC de 2010.
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